top of page

Terapia psicológica. Expectativas Vs Realidad.

  • Foto del escritor: Mariangela Esposito
    Mariangela Esposito
  • 24 ago 2022
  • 8 Min. de lectura

Actualizado: 9 mar

¿Cuáles son tus expectativas sobre la consulta psicológica o sobre el psicólogo?


Seguramente tendrás algunas… Me encantaría conocerlas, puedes dejarme tus comentarios al finalizar tu lectura.


La verdad es normal que existan diferentes expectativas sobre la consulta psicológica, o lo que hacemos los psicólogos; pero me parece importante detenernos para hablar de ellas, con la intención de ayudar a todo aquel que desee iniciar un proceso psicoterapéutico: a hacerlo con la mayor cantidad de expectativas acertadas.


Y es que, he notado recientemente, algunas personas se llevan grandes decepciones al iniciar la terapia, a tal punto de frustrarse o abandonarla ¿Por qué? pues, porque llegaron con ciertas expectativas que no se ajustaban del todo al tipo de terapia a la que estaban asistiendo.



He comenzado a pensar que hay varios factores que juegan un papel importante:


  • El exceso de información sobre la psicología o la psicoterapia, que nos permiten caer fácilmente en generalizaciones.

  • El desconocimiento sobre la terapia psicológica, y esto produce ciertamente ideas erróneas.

  • El intrusismo, a la psicología, de nuevas prácticas que se hacen llamar (psico)terapéuticas, que han ido progresivamente distorsionando el concepto de “psicoterapia”.

No todas las “terapias” son “psicoterapia”.

La Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas, (FEAP), define psicoterapia de la siguiente manera:


Un tratamiento de naturaleza psicológica y carácter científico, que se utiliza para las manifestaciones psíquicas o físicas del malestar humano, con el que se tratan de promover cambios o modificaciones en el comportamiento, la salud física y psíquica, la integración de la identidad psicológica y el bienestar de las personas o grupos tales como la pareja o la familia. Nos importa resaltar que el término Psicoterapia no presupone una orientación o enfoque científico-profesional definido, sino que connota un amplio dominio científico-profesional especializado, que se especifica en diversas y peculiares orientaciones teóricas, prácticas y aplicadas.

FEAP considera que las titulaciones idóneas para el acceso a la formación en Psicoterapia son la licenciatura de Psicología y la licenciatura de Medicina (y más aún las respectivas especialidades de Psicología Clínica y Psiquiatría), estableciendo unos niveles de formación y experiencia cuyos mínimos hemos recogido en el Título V de nuestros Estatutos y las Disposiciones transitorias que los regulan”.


Existen diversos tipos de terapia, y por tanto también múltiples vertientes, orientaciones o enfoques, y sin duda hay prácticas que pueden ser muy terapéuticas (y/o complementarias a la psicoterapia) para quien acude a ellas. Sin embargo, la cuestión está en el límite… en la frontera que separa una cosa de la otra.


He podido observar cómo algunas personas que ejercen dichas prácticas pretenden “atender o abordar” trastornos mentales sin tener la preparación académica formal que se requiere, lo cual es definitivamente MUY grave.


En este mismo orden de ideas, muchas de estas nuevas prácticas, o tendencias terapéuticas, usan teorías, técnicas, conceptos, métodos o procedimientos propios de la psicología, que por consecuencia terminan por desvirtuarlas o generan gran confusión.


Parece entonces importante, hacer distinciones y marcar fronteras que dejen en claro las diferencias, respetando así los límites de cada campo de ejercicio profesional/laboral.


Ahora, volvamos al tema central de este artículo.


¿Cuáles son las expectativas más frecuentes relacionadas a la psicoterapia o la función del psicólogo?


  • Soluciones rápidas a los problemas (“con un par de sesiones resuelvo, no necesito más que eso”).

  • “El psicólogo me dirá qué hacer”.

  • “El psicólogo me dará consejos”.

  • “Voy simplemente a hablar y desahogarme”

  • Encuentros o sesiones poco frecuentes.

  • Búsqueda de herramientas o técnicas.

  • “El psicólogo manda tareas para la casa”

  • La psicoterapia como un espacio de contención emocional.

  • “Que el psicólogo hable más y escuche menos”.

  • Identificar aspectos inconscientes.

  • Resolver situaciones traumáticas de la vida.

  • Resolver dudas.

  • “Que el psicólogo se preocupe por el bienestar de la persona”.

  • Expresarse libremente.

  • La psicoterapia como un espacio de catarsis y “descarga”

  • Escuchar las opiniones del psicólogo.


Muchas de estas son ajustadas a la realidad, otras no tanto.


Hay que partir del entendimiento que no todos los psicólogos manejamos la misma corriente teórica y por tanto nos manejamos con diferentes métodos y técnicas en el espacio psicoterapéutico; es decir, la manera en que trabajamos en consulta está determinada por la base teórica que sigamos.


Y ¿Cuáles son esas corrientes, o teorías principales, de la psicología, desde la que abordamos psicoterapéuticamente al paciente?


  • La teoría conductista: como su nombre lo sugiere, se centra en la conducta. Esta teoría parte del entendimiento de la conducta como una consecuencia de nuestras interacciones con el medio ambiente (aprendizaje); por lo tanto, los psicólogos conductistas trabajan e intervienen directamente en la conducta de la persona que acude a la consulta. En este sentido, el trabajo del psicólogo está enfocado en cambiar las conductas “perjudiciales” o “problemáticas” por unas más adaptativas o beneficiosas en la vida del paciente; por tanto, este tipo de especialista puede ser más directivo, indicar o proponer específicamente algo al paciente, que para éste puede parecer una “tarea”, pero esto no debe confundirse con un acto pedagógico del psicólogo.


  • La teoría Gestalt: tiene sus bases en la teoría psicodinámica. Se basa principalmente en las experiencias vividas en el aquí y en el ahora; es decir, no es de ese tipo de trabajo centrado en la historia de vida de la persona que acude al espacio psicoterapéutico. Según esta perspectiva, cuando las necesidades de las personas no se satisfacen, dejan un “espacio abierto” (figuras mentales incompletas, por decirlo de alguna forma), que va a traducirse en un conflicto psicológico. Este tipo de terapia, se vale de técnicas muy importantes, para movilizar al paciente a cerrar aquello que ha quedado “abierto”.


  • La teoría cognitivista: tiene sus bases en el lenguaje, el aprendizaje y las cogniciones (pensamientos). Esta perspectiva se dedica entonces al estudio de los procesos mentales, la asociación estímulo-respuesta (que pueden ser aprendidas y modificadas a través de nuestra experiencia), entre otras tantas. Esta corriente (o teoría psicológica), junto a la conductista son las de mayor rigor científico; su paradigma y sus investigaciones que ofrecen hallazgos empíricos han sido de gran valor para la formulación de un saber en relación a la mente humana; igualmente, a nivel terapéutico es altamente efectiva en cierto tipo de situaciones que se abordan en el espacio psicoterapéutico. Al igual que la perspectiva conductista, que se describe al inicio, este tipo de terapias cognitivas también tienden a ser de carácter directivo; es decir, el psicólogo cognitivista puede hacer uso de indicaciones, “tareas terapéuticas”, cuestionarios de autoevaluación y autorregistro, entre otras técnicas que no deben confundirse con una labor psicopedagógica.


  • La teoría cognitivo conductual: como su nombre lo sugiere, se refiere a la unión de ambas perspectivas (conductual y cognitiva).


  • La teoría psicoanalítica: antes de continuar, debo aclarar que el psicoanálisis no es una teoría psicológica. Su objetivo consiste en explicar las patologías mentales que no poseen una causa en una lesión orgánica identificable médicamente.El precursor del psicoanálisis fue Sigmund Freud, quien con sus estudios e investigaciones con sus propios pacientes da cuenta de lo que hoy conocemos como “inconsciente”, construyendo así un paradigma distinto a lo conocido en su época. El psicoanálisis no es ciencia, en tanto que no hay un método científico que respalda sus intervenciones; lo que no quiere decir, que haya estudios científicos que demuestren la efectividad del método psicoanalítico en pacientes. Esta perspectiva, es un tanto más existencialista, que se centra en la realidad subjetiva del paciente. La escucha psicoanalítica es muy distinta a la escucha psicológica por ejemplo; un psicoanalista, o un psicólogo que parte de esta perspectiva para abordar sus casos en consulta, serán menos directivos, menos participativos, más silenciosos permitiendo así a la persona escucharse, pues en su propia escucha el paciente podrá encontrar respuestas valiosas.


  • La teoría humanista: esta teoría hace un énfasis también en la subjetividad del individuo y en la importancia detrás de la construcción de cada significado propio atribuido a ciertos aspectos de la vida misma (inspirándose un poco del psicoanálisis). Es una perspectiva que pone su foco en todos esos aspectos que nos hacen humanos; no en vano, Abraham Maslow (precursor de esta teoría) hablaba de las necesidades humanas en su famosa pirámide. La corriente humanista, pone el énfasis en la consciencia y en las capacidades del hombre para decidir; es decir, en la intencionalidad de sus actos en lugar de entender sus acciones como consecuencias de su biología o su entorno. Se orienta al trabajo de esa búsqueda existencial en cada individuo, en la toma de decisiones, la creación del proyecto de vida de forma consciente, y la potencialidad del ser humano.


  • La teoría sistémica: como su nombre sugiere, esta teoría se centra en los sistemas y el funcionamiento de estos. Esta teoría propone estudiar cómo se relacionan todas las partes de un “todo” complejo y lo que se deriva de sus relaciones. Normalmente, es desde esta perspectiva que se trabaja con familia y parejas; en las que se procura entender el funcionamiento de las dinámicas internas del sistema, el rol que ocupa cada miembro del sistema, cuáles y cómo son las interacciones que se dan en ese sistema y sus objetivos, entre otras igualmente importantes con la intención de abordar una problemática particular.


Estas son algunas de las más populares, por supuesto existen otras corrientes que son igualmente válidas y reconocidas en el campo de la psicología.


Entonces como ves, cada perspectiva atiende el malestar de la vida cotidiana de formas propias y diversas. Ninguna es más o menos válida que otra, simplemente suponen una metodología diferente.


Una forma de elegir un especialista es considerando su formación teórica, pudiendo reconocer previamente aquella con la que más te identificas en función también a lo que necesitas; no obstante, te diría que la idea no es “casarte” con la perspectiva, sino encontrar un especialista con el que te sientas a gusto, con el que sientas progresos, con quien te sientas bien atendida/o y que te guste su forma de trabajar indistintamente su perspectiva o corriente.


Lo que no puede hacer un psicólogo desde cualquiera de las perspectivas:


  • Dar consejos. Los psicólogos no estamos allí para aconsejar a nadie, nosotros ofrecemos una escucha, acompañamos, invitamos a profundizar en temas o aspectos relevantes de la vida de la persona, podemos hacer alguna sugerencia que pudiera favorecer al paciente; pero NO emitimos consejos personales, ni mucho menos.

  • Hablar de su vida personal con el paciente. El espacio psicoterapéutico es de quien lo solicita, por tanto las opiniones, experiencias, o cualquier otro asunto de la vida personal del psicólogo deben quedar fuera de este espacio.

  • Juzgar.

  • Decirle al paciente específicamente qué hacer.

  • Encontrar soluciones a las problemáticas planteadas por el paciente. Es trabajo del paciente llegar a esa respuesta en consulta.

  • Recetar tratamiento farmacológico o indicar medicamentos de cualquier tipo.

  • Incorporar elementos, rituales, ideologías o introducir prácticas de otro tipo que no estén vinculadas a la psicología.

  • Prometer resultados en un marco de tiempo específico o reducido.

Otros elementos a tomar en cuenta a la hora de buscar un psicólogo, son sus credenciales.

Cuando busques psicólogo puedes hacer las siguientes preguntas, para tener la seguridad de que estás poniendo tu salud mental en manos de expertos:


1- Me gustaría saber cuál ha sido tu formación profesional.

2- ¿Desde qué perspectiva o corriente trabajas?

3- ¿Tienes algún número de federación o colegiado?

4- ¿Dónde realizaste tus estudios universitarios?

5- ¿Cuál es tu profesión de base?


Generalmente un psicólogo que cuenta con sus credenciales, suele compartirlas en sus redes sociales o página web; si no encuentras esa información y quisieras consultarte con ese profesional: pregúntale directamente al respecto ¡estás en todo tu derecho de saber con quién te estás tratando!


En conclusión…


Pueden haber muchas expectativas asociadas a la psicoterapia (y ahora ya sabes que no cualquier persona es psicoterapeuta, ¡ojo con esto!) que son naturales y esperadas al momento de iniciar ese camino tan relevante en la vida de las personas. Pero, tener la información correcta nos permite tomar mejores decisiones, saber qué esperar y ajustar nuestras expectativas a lo que el profesional que hemos elegido puede ofrecernos desde su formación y perspectiva teórica.


Si en alguna ocasión, durante tu proceso psicoterapéutico, no consigues avanzar, no sientes una buena conexión con tu psicólogo/a, no compatibilizas con su metodología y postura teórica: ¡no generalices! es fácil caer en el error de pensar “la psicoterapia no sirve”. Pero... Lo que en realidad ha pasado que esa experiencia no fue compatible contigo; en este caso te sugiero buscar otro profesional con quien posiblemente el trabajo vaya mejor y veas otros resultados.


¡No te desanimes!


Referencias


FEAP. (s. f.). Quienes somos. Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas. https://www.feap.es/federacion/quienes-somos

Francia, G. (2020, 26 noviembre). Las corrientes de la psicología y sus características. psicologia-online.com. https://www.psicologia-online.com/las-corrientes-de-la-psicologia-y-sus-caracteristicas-5341.html#anchor_3

Muñoz, S. (2021, 28 julio). PRINCIPALES CARACTERÍSTICAS DE LA TEORÍA SISTÉMIC

Triglia, A. (2015, 30 mayo). Psicología Humanista: historia, teoría y principios básicos. Psicología y mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/psicologia-humanista

Triglia, A. (2016, 30 mayo). Psicología cognitiva: definición, teorías y autores principales. Psicología y mente. https://psicologiaymente.com/psicologia/psicologia-cognitiva

S, D. (2012). Desarrollo de las corrientes psicológicas (1.a ed.). Elaleph.com. https://www.academia.edu/33511497/Stichgel_Corrientes_Psicologicas_Original_pdf



Comments

Rated 0 out of 5 stars.
No ratings yet

Add a rating
bottom of page