¿Cómo hablar de la muerte con los niños?
- Mariangela Esposito
- 17 ene 2021
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 9 mar
El tema de la muerte es siempre un tema sensible para los adultos y por tanto se convierte en un tema complicado de manejar con los más pequeños de la casa.
Pero, aun siendo un tema difícil de tratar es un tema del que debemos hablar.
Muchas veces pensamos que los niños no entienden estas situaciones, y si, en efecto, antes de los 6 años los niños no tienen aún la capacidad para comprender el concepto de la muerte; dentro de este concepto: su universalidad (todos morimos) y su irreversibilidad (la muerte es definitiva).
Estos conceptos comienzan a comprenderse a partir de los 6 años y en forma progresiva.
Sin embargo, aun cuando este sea un concepto complejo para ellos, durante sus primeros años de vida, lo mejor que podemos hacer es hablar del tema con naturalidad en lugar de evitar hacerlo u ocultar estas situaciones… pues la muerte, en sí misma, es algo natural.
¿Cómo podemos hacerlo?
No es necesario escoger un día y sentarnos a darles una charla, más bien hay que aprovechar las ventajas que nos dan por ejemplo: las mascotas, los cuentos, los dibujos animados, las películas infantiles, que tienen contenidos alusivos a las pérdidas.
Podríamos mencionar algunas películas como: Bambi, el Rey León, Blanca Nieves, Frozen, Moana y un largo etc.
Una buena forma de hacerlo, es ajustándonos a su nivel y emplear el lenguaje que ellos mejor manejan: el juego; a través del cual podemos empezar a introducir el tema.
Existen también, cuentos o libros infantiles, dedicados exclusivamente al duelo y a introducir el tema de la muerte para los niños; esta opción también es aconsejable, pues normalmente la historia está adaptada a la edad del niño, en un lenguaje y con unas imágenes que sean amigables y comprensibles para ellos.
No debemos esperar para que ocurra la pérdida de un familiar o ser querido para hablar del tema.
Es necesario que hablemos sobre la muerte libremente con nuestros pequeños, para reducir estigmas, tabúes, mitos, temores, angustias, fantasías, entre otras que hagan mucho más difícil la comprensión o asimilación de este hecho.
Las mascotas, como expresaba con anterioridad, también son de gran ayuda para trabajar este tema, pues por lo general, tienden a ser unas de las primeras aproximaciones o experiencias asociadas a la muerte (y sus implicaciones); así como también la vivencia del duelo.
¿Cómo explicar cuando un ser querido ha muerto?
Todo va a depender de dos situaciones:
El tipo de muerte (esperada o accidental) y la edad del niño; por supuesto mientras más grandes son los niños, menos explicaciones van a necesitar porque tienen un poco más claro el tema de la muerte.
- Procura que sean los padres - o figuras muy significativas con gran vínculo afectivo con el pequeño – quienes den la noticia.
- Lo ideal es que sea en un lugar tranquilo y familiar para el niño, por ejemplo: su habitación.
- Conservar la calma es esencial, si el niño los ve alterados inmediatamente se va a alterar y podemos generarle una muy fuerte impresión. Así que es importante que la persona que vaya a dar la noticia sepa, y pueda, hacer control de la situación.
- Se debe hablar despacio, de forma clara y concreta (ajustándose al nivel y la edad del niño), evitando decir expresiones de tipo: se quedó dormido y no despertó, se fue de viaje y no volverá, no quiso abrir más los ojos, etc.
- En el caso de niños pequeños funciona mucho explicarles que cuando morimos nuestro cuerpo deja de funcionar, y cuando el cuerpo no funciona ya no podemos respirar, nuestro corazón no late más, y cuando eso pasa el cuerpo “se apaga y no enciende más”. Con esto podemos también añadir el elemento de la irreversibilidad de la muerte, agregando que la persona ya no estará más entre nosotros, que no volveremos a verle pero que siempre podremos recordarle y tenerle en nuestros corazones.
- Es fundamental responder a todas las preguntas que el niño haga, responderle ajustándote a su edad, a sus necesidades y a su nivel de comprensión. No hace falta dar muchos detalles, pero si es importante responder con sinceridad.
Ahora bien, si la muerte es una muerte anunciada, a raíz de una enfermedad crónica:
- Explicar que el cuerpo de la persona ha dejado de funcionar a causa de su enfermedad.
- Aclarar que no siempre que nos enfermamos morimos. Coméntale que hay enfermedades que los médicos pueden curar, y que hay unas “poquitas” que a veces representan mayor dificultad, pero que los médicos siempre harán todo lo posible por hacerlo.
- Puedes decirle: “¿te acuerdas que el abuelo estaba ya muy enfermito? Pues, ya su cuerpo no podía luchar más, y dejó de funcionar, ahora el abuelo está tranquilo, no sufre ni siente dolor… se ha ido al cielo con los ángeles”.
Ante este tipo de casos, es valioso preparar y anticipar lo que puede ocurrir en los días venideros, previo al fallecimiento del familiar.
Si la muerte fue trágica o accidental:
- Evitar dar detalles abrumadores del accidente, el niño no necesita los detalles… simplemente comunicar que tipo de accidente fue, tratar de manejar la angustia del niño y responder a sus preguntas.
- Es importante que durante ese momento puedas dar espacio a sus emociones, pregúntale cómo se siente, qué piensa de todo esto que le estas diciendo, si quiere decir algo… En caso que no exprese ni emociones ni comentarios, no te alarmes. Es bueno que puedas aclararle que todos tenemos diferentes formas de expresar nuestro dolor; que llorar no está ni bien ni mal, al igual que no llorar… explícale que en esos momentos hay quienes lloran, hay quienes no lloran, hay quienes se sienten bravos, y todas son formas de estar triste por lo que ha pasado.
- Garantízale tu disponibilidad, es importante que puedas decirle “estaré aquí si quieres hablar conmigo, o preguntarme algo, esto es muy duro para todos”.
- Por último, es importante que sepas que en estas situaciones los niños pueden experimentar mucha ansiedad, temores, sentimientos de culpa, alteraciones emocionales y de la conducta, incluso perder autonomía o retroceder en esos logros que ya se habían alcanzado previamente (por ejemplo: control de esfínteres, dormir solos, comer solos, vestirse solos, etc.); y todo esto puede ser esperado durante un período de tiempo.
En momentos como estos, es muy necesaria tu contención, tu comprensión y tu acompañamiento de forma paciente.
Recuerda, si por alguna circunstancia la situación te sobrepasa y no sabes cómo actuar… si estás muy afectado/a, o tus hijos lo están, por la pérdida; siempre existe la posibilidad de acudir a un especialista, que pueda ayudarles a transitar por esta etapa facilitando la escucha, las herramientas y el acompañamiento adecuado para el bienestar de todos en la familia.
Hola! Existen diversidad de cuentos infantiles que abordan el tema; puedes conseguirlos en librerías o en la web.
Si colocas en tu buscador de elección, "cuentos infantiles sobre el duelo", aparecerán un centenar de opciones. Ciertamente, no los conozco todos... pero puedo recomendar algunos, como:
"Siempre", de Ana Galán y Marta Sedano.
"Yo siempre te querré", de Hans Wilhem.
"Para siempre", de Camino García.
"El árbol de los recuerdos", de Britta Teckentrup.
Hay muchas más opciones valiosas en el mercado. Mi recomendación es que revises el material e identifiques para qué edades está dirigido.
Espero haber sido de ayuda.
Saludos!
¿Cuales son los cuentos que mencionas en uno de los primeros párrafos?